Versos sencillos
Por Edinson Martínez
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Ciudad sin secretos
Hay una ciudad sin secretos,
lecho insurrecto de cielo gris,
paraje de lluvias y sol sin pretextos.
Una ciudad extraña de corazones opuestos,
de almas andantes sin destino cierto.
de pecados fugaces y heridas mortales.
de sueños audaces y logros reales.
Una ciudad extraña de regazo abierto,
maleficio errante de crepúsculo eterno,
polvo salvaje cubierto de enojo,
destierro acre sabor a despojo.
Hay una ciudad sin secretos,
danza rebelde de besos tiernos,
tierra de inviernos y sol sin tormentos.
Una ciudad extraña en un mundo terco,
causa y efecto de un mismo gesto.
Tardes flameantes le sirven de techo,
vértigo efímero de sus recuerdos.
Hay una ciudad sin secretos,
de lejanos puertos y barcos sin velas,
rumor de naves en aguas serenas.
Una ciudad extraña de perpetuo encanto,
desvelo fortuito de quienes llegando
amparan sus llantos que van olvidando.
Y grande el empeño va conquistando,
el negro viscoso de la tierra brotando.
Hay una ciudad sin secretos,
espera paciente de la fortuna,
olvido silente que nos tortura,
destino siguiente la sepultura.
Si alguna vez brilla en la oscuridad
Si alguna vez brilla en la oscuridad,
no te asustes, no es fantasma, ni espectro alucinante,
es la ciudad con su traje intimidante.
Somos dos los trashumantes,
ángeles perdidos siguiendo caminantes,
veladores de sueños que se esfuman vacilantes.
Si alguna vez lo supieras,
que en tu mirada penetrante,
dos lunares se dibujan en un destello distante,
hechizo afortunado que la noche va ganando,
en este azar rutilante de abstraídos navegantes.
Si alguna vez brilla en la oscuridad,
no te asustes, no es dislate, además de la ciudad,
también deslumbran tus ojos adorables
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Hay una ciudad sin secretos,
lecho insurrecto de cielo gris,
paraje de lluvias y sol sin pretextos.
Una ciudad extraña de corazones opuestos,
de almas andantes sin destino cierto.
de pecados fugaces y heridas mortales.
de sueños audaces y logros reales.
Una ciudad extraña de regazo abierto,
maleficio errante de crepúsculo eterno,
polvo salvaje cubierto de enojo,
destierro acre sabor a despojo.
Hay una ciudad sin secretos,
danza rebelde de besos tiernos,
tierra de inviernos y sol sin tormentos.
Una ciudad extraña en un mundo terco,
causa y efecto de un mismo gesto.
Tardes flameantes le sirven de techo,
vértigo efímero de sus recuerdos.
Hay una ciudad sin secretos,
de lejanos puertos y barcos sin velas,
rumor de naves en aguas serenas.
Una ciudad extraña de perpetuo encanto,
desvelo fortuito de quienes llegando
amparan sus llantos que van olvidando.
Y grande el empeño va conquistando,
el negro viscoso de la tierra brotando.
Hay una ciudad sin secretos,
espera paciente de la fortuna,
olvido silente que nos tortura,
destino siguiente la sepultura.
Si alguna vez brilla en la oscuridad
Si alguna vez brilla en la oscuridad,
no te asustes, no es fantasma, ni espectro alucinante,
es la ciudad con su traje intimidante.
Somos dos los trashumantes,
ángeles perdidos siguiendo caminantes,
veladores de sueños que se esfuman vacilantes.
Si alguna vez lo supieras,
que en tu mirada penetrante,
dos lunares se dibujan en un destello distante,
hechizo afortunado que la noche va ganando,
en este azar rutilante de abstraídos navegantes.
Si alguna vez brilla en la oscuridad,
no te asustes, no es dislate, además de la ciudad,
también deslumbran tus ojos adorables
Nota:
El primero de estos poemas tiene una versión musicalizada que pueden descargar y escuchar aquí. Las fotografías que lo ilustran han sido tomadas de una bonita muestra de imágenes abstractas de Flores en el ático.
El segundo, Si alguna vez brilla en la oscuridad, tiene una bien lograda narración en la voz de la colega escritora y locutora Nayle Rodríguez, disponible en YouTube aquí.
Esta publicación no tiene otra intención que la de compartir con mis lectores este juego de palabras que escribí hace mucho. No escribo poesía como género literario, lo que hago es una suerte de calistenia aleatoria donde las palabras salen aquí y allá sin mucho rigor. Con Ciudad sin secretos, ha ocurrido algo excepcional, resultando en una bonita canción después de satisfacer mi curiosidad con ese prodigio tecnológico conocido como IA. La única finalidad de este, digamos experimento, fue la de conocer cómo opera la elaboración de canciones en esta maravilla de nuestro tiempo. Así resultó la canción que por acá les dejo.




Estamos en esta secreta ciudad, que nos cobiga y nos llena de un amor por ella.. muy buenos versos..
ResponderEliminarSolo hace falta una fuente de inspiración y por lo visto la tuviste para que afloraran estos versos cargados de magia que describen una tierra prodigiosa! Excelente!!!
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