El pianista sin piano

Por Edinson Martínez Instagram Asomándose a la ventana después de varios días de modorra indiferente, la idea que tiene de sí mismo es similar a la de aquella escena de El pianista cuando miraba la calle a través del cristal. Es una mezcla indefinida de angustia, incertidumbre y alienación que le hace abandonarse contemplando las calles y avenidas durante horas, haciendo juicios y conjeturas estrafalarias sobre todo aquello que sus pupilas avistan. No puede evitar, pese a los intentos por ocuparse en otros asuntos, fugarse en sus cavilaciones erráticas mientras van transcurriendo los días indicados para la cuarentena. En mayo, una bandada de pericos viniendo del oeste, atraviesa el cielo claro en dirección al este, los delata el alboroto que van haciendo cuando surcan por los aires como si fuese una romería festiva; una cháchara alborozada cronometrada por el reloj biológico para que cada mañana vuelen repitiendo la misma jornada del día precedente. Ahora, como nunca antes, los ha...