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El Libro de la risa y el olvido

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Por Edinson Martínez Instagram “En febrero de 1.948, el líder comunista Klement Gotwald salió al balcón de un palacio barroco de Praga para dirigirse a los cientos de miles de personas que llenaban la Plaza de la Ciudad Vieja”. Así comienza en sus primeras líneas la obra El libro de la risa y el olvido , de Milan Kundera, por cuya publicación en 1.979 fue acusado de traidor a la patria y privado de su nacionalidad. Hay una facilidad para proceder tan inverosímil como ridícula en todos los regímenes autoritarios para acusar de agentes extranjeros y traidores a la patria a quienes se les oponen, que después de tanto ponerse en práctica se convirtió en una tragedia de colosales repercusiones. Pues, se transformó en la forma más expedita de liquidar cualquier discusión política, ya no por la calidad argumental de ella, sino por la descalificación artificiosa de actores políticos adversos para quitarlos de en medio. Con el tiempo se transformó en una especie de libreto o guion para el...

El Hombre Cero. Crónicas perdidas

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Por Edinson Martíne z Instagram   “Los hombres en desgracia no atraen m ultitudes, sino curiosos”. Francisco M artín Moreno En las afueras del perímetro urbano de nuestras primeras ciudades –para entonces modestas y precarias poblaciones en transición al futuro anubarrado que hoy representan–, especie de suburbios del pecado, que para el goce y disfrute del amor furtivo se edificaban en torno a ellas. Pasiones desesperadas, celos atormentados y amores sin porvenir, culminaron en tragedias y ruinas personales acompasadas con las bandas sonoras de los éxitos musicales del momento. Fueron denominadas en aquellos tiempos como   «zonas de tolerancias» o «conventillos» –según o en acuerdo a cada nacionalidad–, conforme a una nomenclatura espontánea que surgía de la ocurrencia popular, evidentemente que no correspondía  a ninguna zonificación catastral de las que modernamente registran en el presente las autoridades de nuestras ciudades, pero a los efectos de la ubicaci...

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Por Edinson Martínez Instagram A fulanita de tal,  quien me invito a su casa cuando aún faltaba mucho para culminar el siglo veinte. I En el ocaso de las tardes calientes de esta tierra de gramíneas y tunas, se pueden ver sobre el dique las garzas pacientes y elegantes que recuerdan la costa lacustre. En la calle cinco de la urbanización, justo la que corre paralela al muro, en la casa de la esquina del final de la calle, Sebastián y Celina se sentaban a tomar café en las tardes debajo de una enorme mata de mangos que cubría de sombras el patio de la casa. Miraban desde allí las garzas que picoteaban entre el salitre y la grama silvestre los animalitos de la porción de terreno que separaba la calle de la escollera.   Cuando la sirena de las cuatro de la tarde marcaba el fin de la jornada laboral, cada quien presuroso dejaba los talleres y patio de tanques para integrarse a su vida doméstica; marchaban los trabajadores a sus casas al encuentro de su mujer, muchachos, an...

De tan pesimista que soy, soy optimista

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Por Edinson Martínez Instagram En 1947 el célebre escritor argelino-francés Albert Camus publicó su obra La peste, una novela que, inscrita en la corriente existencialista, tan en boga en aquellos tiempos, en seguida se convirtió en uno de los textos más importantes de la posguerra, en un momento en que, contemporáneamente, otros grandes novelistas daban a conocer sus obras con el predominio de temas de orden reflexivo, intimistas y filosóficos. En La peste , el autor, como si avizorara nuestro presente en una suerte de adivinación sobre lo que, en efecto, enfrentaría la humanidad algo más de setenta años después, se relatan los pormenores de la vida colectiva en una ciudad aislada a causa de la repentina aparición de una enfermedad, una peste, como bien la titula su autor, en la cual, a medida que el contagio cobra fuerza, se impone el confinamiento de las personas, separándolas con fines profilácticos tratando de detener sus estragos. Es, entonces, cuando comienzan a manifestarse...

El peso de las palabras: 21 gramos

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Por Edinson Martínez Instagram Dos años atrás, mientras escribía una novela corta de título Número rojo  (2022), en uno de sus capítulos, en reflexión omnisciente, comenté: “Las palabras tienen su propio universo, desencadenan torbellinos de emociones, se enamora con ellas, se construyen y destruyen relaciones por virtud de ellas, por eso tenemos que cuidarlas, medirlas y pesarlas antes de finalmente pronunciarlas.”. Las he recordado ahora cuando escribo el presente texto, porque también me he paseado –en ejercicio tan ocioso como surrealista– por la excéntrica idea de suponer que las palabras, como los objetos, podrían pesarse o medirse. Esta insólita especulación me llegó de pronto viendo una vieja película de nombre 21 gramos. La enigmática producción audiovisual se inspira, según la crítica especializada, en los experimentos efectuados a comienzos de siglo pasado por un tal doctor Duncan MacDougall intentando demostrar que el alma tiene peso, conforme a esa idea, su propósit...

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